¿Les pasó alguna vez de escuchar a alguien decir en voz bajita que estaba menstruando? Como si fuera un secreto o algo que le diera un poco de vergüenza... ¿Se preguntaron alguna vez por qué pasaba eso? A nosotrxs la menstruación NO nos avergüenza.
"No puedo, estoy Indispuestx"
Así como la sexualidad femenina (a solas o en compañía), la menstruación también era un tema que necesitaba de cierta discreción. Según nuestras abuelas, era una especie de enfermedad que nos inhabilitaba para hacer nuestras actividades cotidianas. Me acuerdo que cuando era chica tenía la idea de que si estaba "indispuesta" no iba a poder, por ejemplo, ir a la pileta o al mar si estaba de vacaciones, o hasta andar en bici con amigxs. Nuestras abuelas no lo hacían a propósito, simplemente a ellas también les habían enseñado que menstruar era estar indispuesta.
Nosotrxs, con el correr de los años y de la información, nos enteramos que no solo menstruación e indisposición NO son sinónimos, sino que en muchos casos son todo lo contrario: estar menstruando nos hace sentir más vitales y dispuestxs que nunca.
Dispuestx a Menstruar
Nos dimos cuenta de que menstruar no es tabú, y que es ridículo que tengamos que guardarlo como un secreto de Estado. Menstruar es estar sanx, vivx, es la naturaleza expresándose en nuestro cuerpo. ¿Qué es lo que debería darnos vergüenza?
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Modificar las costumbres no es fácil, pero es solo cuestión de tiempo. Yo, cuando menstrúo, no estoy indispuesta, estoy viva.
Y vos, ¿cómo llamabas a la menstruación cuando todavía nos hacían creer que era un tema tabú?
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